viernes, julio 18, 2008

Con sabor murciano

Aquí os presento este blogs que hace de vez en cuando un análisis sobre localismos lingüísticos y culturales de mi tierra.

Echadle un ojo a ver que os parece.

Achopijo



El autor Yayo Delgado. Periodista. 30 años.
Se describe como...:
Murcia en las venas y mucha malaleche, pero de la buena... Ironía desde la ignorancia... y tan ancho.

Y para muestra estas acepciones de la palabra Pijo:

(Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:
pijo,ja

1. m. y f. Joven, generalmente de posición social elevada, que sigue la última moda y tiene unos modales y una forma de hablar afectados y muy característicos. También adj.:
bar pijo.
2. vulg. Pene.)


-Palabra muy murciana aunque se generalizó su uso en otros lugares para designar al personal que gusta de vestir de un modo determinado (una especie de ir impoluto con prendas de moda de determinada tendencia y sobre todo caras, eso es lo que importa, da igual que sean de mejor o peor gusto, o estén o no combinadas con cierto criterio, lo que importa es el precio y la ostentación de que se esta en una posición económica muy por encima de la media, de tal modo que sobraba con eso para decir a los demás mis papis son ricos, acompañando todo de una manera de dejar caer las sílabas de la boca como si se cayesen solas un ejemplo claro era el modo de hablar y vestir que se gastaban los hijos de los hijos de Julio Iglesias a sobre los 90, (ejemp.:"osá, por -o sea-)


Pijo:

(*) ‘Negación’: -¡¡y un pijo!! El más mítico de los usos del pijo murcianístico es el de la negación absoluta. Es un sinónimo del ni muerto, ni vivo, ni en pintura, vamos… Va acompañado de una mirada fija con cuello rígido de dos segundos largos, justo antes del estupe del ¡¡y un pijo!! Responde a cierto estado de cabreo momentáneo.

(*) ‘Refuerzo positivo’: - Pero pijo, ¡eso hay que celebrarlo! Tiene un importante componente reforzador, como en la negación, pero su uso es en situaciones de alegría, en positivo, o buscando convencer al receptor de la información. Es una respuesta amplificadora del mensaje recibido antes por el contertulio. Implica cierto tono festero futurible, incluso es síntoma de que el que lo dice espera o busca una invitación de su compañero de diálogo. – Acho, mi hijo ha sacao un notable - ¡Pijo! Eso hay que celebrarlo… Es muy recurrente cuando el hecho en si no es demasiado importante, ya que este uso del pijo se convierte en el inicio de una excusa barata para liarla.

(*) ‘Ninguneante’: - Me importa un pijo, acho. Otro de los usos más comunes y el principal culpable de la relación del pijo etéreo murciano con el miembro sexual masculino, llamado pijo a nivel nacional en uno de sus múltiples nombres. La expresión ‘- Me importa un pijo’ puede derivar de ‘–Me importa un pimiento’, y también de las soeces y más duras: -Me suda el pijo - Me la suda, pero no estamos usando ese significado cuando usamos el ‘pijo’ ninguneante. En Murcia se alude al pijo como algo etéreo, al mismo pijo que se dice sin contexto, que el tiempo desligó del miembro viril. Importar un pijo, entiendo, se refiere más al propio pijo dicho, y no al sexo masculino.

(*) ‘Pijo de Incredulidad’: -Acho, pijo, copón… venga ya… Es parte de una de esas expresiones supramurcianísticas, el acho, pijo, copón que hasta se ha cantado en los estadios a modo de reivindicación de nuestra cultura. Se intercala entre otras dos grandes palabras estirpe, en un crescendo de incredulidad ante una flagrante exageración irónica murciana, tan común también.

(*) ‘Improvisado’: - Pan, pijo y habas. Es un pijo artístico, que cuelan los murcianos radicales extasiados en determinadas conversaciones. Es el pijo, en cualquiera de sus usos, que se acompaña de rimas, prefijos, sufijos y otros arreglos al libre estilo del emisor: - Un pijo como un botijo, - Me importa 3 pijos…

(*) ‘El pijo nacional’, en Murcia pijeras, pijotero… : - Acho, el Ginés, ha vuelto de Madrí hecho un pijeras… Aquí el pijo no es un pijo al uso madrile. La primera concepción del palabro es la etérea, murciana, de expresión manida para casi todo, y no la de un repeinado niño de papá. Sin embargo, el uso, al estar extendido por las españas, también coexiste. Pijeras, pijoteras, pijotero...

(*) ‘Miembro viril’: - Aquí, cada perro que se lama su pija… En Murcia al miembro viril se le llama más en femenino, algo que podríamos estudiar en una preciosa tesis doctoral etimológica. La frase del ejemplo es muy clarificadora, ya que muestra una comprensión absoluta de esta acepción. Si cambiamos el género, la frase es estridente, y no se entiende: -Aquí, cada perro que se lama su pijo. La concepción femenina del miembro viril en Murcia es una preciosidad, aún más en el uso del pijo. Hablar de la pija resta fuerza soez, y la dota, al ir acompañada de un movimiento rápido de expresión, de esa rapidez murciana propia de culturas mediterráneas. Decir pijo no es, ni mucho menos, referirse al 100% al miembro viril, pero decir la pija, sí lo es.

(*) ‘La excpeción del pijicas’: El pijicas surge del significado de pijo madrile, de niño bien en plan Borjamari. Pero se ha desarrollado en otro sentido en las Murcias. –Menudo pijicas estás hecho… acho. Ser un pijicas es ser un tiquismiquis. La connotación nacional es evidente, por las maneras que se le suponen a un pijo al uso, pero aquí tiene una concepción algo diferente, porque se usa como arma irónico-mofadora al más puro estilo murciano, y es que se llama pijicas a alguien, no porque use un monóculo y lleve reloj de bolsillo, sino por cosas como beber agua en una comida, pedir una cerveza sin alcohol, o similares.Vale.

16/07/2008 08:35 Autor: Yayo Delgado